Family – Iglesia Bautista Biblica Betel https://www.ibetelesco.church Iglesia Bautista Biblica Betel Fri, 16 Sep 2022 03:01:13 +0000 es-MX hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.5.3 https://www.ibetelesco.church/wp-content/uploads/2023/04/cropped-IBetelVC-Logo-esp-e1681844484497-32x32.png Family – Iglesia Bautista Biblica Betel https://www.ibetelesco.church 32 32 Los padres tienen la última palabra en la educación de sus hijos (3/3) – Quien educa a tus hijos también los está discipulando* https://www.ibetelesco.church/los-padres-tienen-la-ultima-palabra-en-la-educacion-de-sus-hijos-3-3-quien-educa-a-tus-hijos-tambien-los-esta-discipulando/ Wed, 14 Sep 2022 19:06:31 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9583 Introducción

Mientras mas nos alejamos del patrón bíblico que dicta que los padres enseñen a sus hijos, nos encontramos enfrentando las consecuencias naturales de ignorar el diseño de Dios (Wayne, 2000). El caos y la disolución que vemos desde hace algunas décadas en las escuelas públicas es el resultado de haber abandonado los patrones de Dios.

La enseñanza en los salones de clase tradicionales es un sustituto artificial hecho por el hombre, inventado para excusarnos del cumplimiento de nuestra responsabilidad como padres dada por Dios mismo de enseñarles a nuestros propios hijos. Debemos estar convencidos de que lo es la perfecta voluntad de Dios.

 Moore (2002) considerando Mateo 16:21-23 nos habla de que toda nuestra experiencia cristiana de salvación por fe depende de la muerte sacrificial de Jesús. Refiriéndose a este relato continúa diciendo que Pedro no tenía una agenda de redención para entonces y no entendía el plan de Dios, es decir, no veía el cuadro completo, por ende, trató de corregir a Jesús y detenerlo para que no fuera a la cruz. Nuestro Señor corrigió a Pedro de manera directa y firme, diciéndole que en ese momento estaba siendo usado por Satanás, y que nuestro enemigo el diablo está en última instancia detrás de toda idea, filosofía, ideología, plan y currículo que rechaza la cruz, ignora la redención y el lugar de la muerte sacrificial de Jesús en el esquema total de las cosas.

Los derechos de los padres

Según Voddie Baucham, “el 90 por ciento de los cristianos permiten que el gobierno eduque a sus hijos, y estudios recientes han mostrado que un abrumador porcentaje que va desde el 70 hasta el 88 por ciento de los hijos de los evangélicos están dejando la iglesia al final de su primer año en la universidad” (Fernandez y Gunn, 2013, Capítulo 8, p. 263). De acuerdo con el mismo autor hay una clara correlación: “Si continuamos enviando a nuestros hijos a César para su educación, […] regresan a casa como romanos”.

Esto tiene sentido porque un maestro es también un discipulador, por ello la educación y el discipulado no pueden separarse, es decir, según Baucham: “quienquiera que está educando a nuestros hijos los está discipulando también”, aquí radica entonces el poder de la educación. Por lo tanto, nosotros como padres debemos de redimir el tiempo que pasamos con nuestros hijos ensenándoles diligentemente las palabras que Dios nos ha mandado para que estén en sus mentes y corazones (Deuteronomio 6:6-7), debido a que nuestros hijos están siendo inundados por César con el humanismo secular, y nunca hay demasiado tiempo en el día para contrarrestar las horas que pasan en las escuelas públicas siendo adoctrinados por César.

Los padres debemos obedecer los principios sobre el entrenamiento de la mente (Salmos 1:1-6; Proverbios 1:7; Romanos 12:2; 2ª Corintios 10:5; Colosenses 2:8; 1ª Timoteo 6:20-21) aplicándolos en la manera en que educamos a nuestros hijos.

De acuerdo con Wilson (2022) los padres cristianos debemos tener en cuenta dos cosas mientras consideramos nuestra obligación de educar a nuestros hijos. La primera es la instrucción que los hijos deben de vivir en un ambiente dominado por las Escrituras. Es obvio que lo que ellos reciben especialmente los domingos en la iglesia no es suficiente, ya que una educación bíblica completa solo se puede proporcionar cuando está relacionada con todo lo que hacemos en nuestra vida, es decir, la enseñanza debe ocurrir en todo momento, en todo lugar y en toda circunstancia de la vida de nuestros hijos. Dios es claro cuando manda que los hijos de Su pueblo vivan en un ambiente condicionado por Su Palabra. El mismo autor advierte a los padres que si queremos que nuestros hijos estén equipados para el mundo que van a enfrentar en veinte años, necesitaremos darles la instrucción integral en las palabras de Dios. La segunda cosa para recordar es que Dios nos manda a amarlo también con toda nuestra mente (Mateo 22:37). El mandamiento de enseñarles a nuestros hijos todo el tiempo no se circunscribe a solo asuntos relacionados con nuestra fe, es decir, que, si nuestros hijos están estudiando ciencias, artes, o cualquier otra área del conocimiento humano, y no están pensando como cristianos, entonces no están obedeciendo el mandato divino de amar a Dios con toda su mente, y si no lo están haciendo, nosotros como padres debemos preguntarnos por qué. Si fallamos como padres al enseñarles este principio bíblico, nuestros hijos podrían escoger una cosmovisión no bíblica de cualquier otro lugar o persona. Es crucial que los padres debemos influir en nuestros hijos ensenándoles nuestra fe de una manera consistente, de otra manera cuando nuestros hijos crezcan se inclinarán delante de otros dioses, o tendrán una doble vida manteniendo la fe de nosotros los domingos y conservando la fe del secularismo el resto de la semana.

Conclusión

Nuestra responsabilidad de padres de enseñar, instruir y educar a nuestros hijos es un mandato dado por Dios y por ello no puede ser transferido a otras personas o instituciones. Debemos desde casa neutralizar el secularismo que reciben fuera de ella, proporcionándoles un ambiente piadoso donde aprendan a amar al Señor con toda su mente. Tal vez el mandar a nuestros hijos a las escuelas públicas no sea un pecado, pero como padres debemos de ocuparnos responsablemente de la educación de nuestros hijos desde casa, teniendo en cuenta el impacto destructivo de la educación secularizada de las escuelas públicas en la mente de nuestros hijos.

Referencias

Fernandez, J., y Gunn, C. (2013). IndoctriNation. Green Forest, AR: Master Books.

Moore, E. R. (2002). Let my children go. Columbia, SC: Gilead Media.

Wayne, I. (2000). Homeschooling from a Biblical Worldview.: Covert, MI: Wisdom’s Gate.

Wilson, D. (2022). Recovering the lost tools of learning. Moscow, ID: Crossway.

*Tomado de Reyes, L. C. (septiembre, 2022). Quien educa a tus hijos también los está discipulando. La Fuente, 199, pp. 16-17.

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Los padres tienen la última palabra en la educación de sus hijos (2/3) – La educación de los hijos es un asunto de los padres* https://www.ibetelesco.church/los-padres-tienen-la-ultima-palabra-en-la-educacion-de-sus-hijos-2-3-la-educacion-de-los-hijos-es-un-asunto-de-los-padres/ Wed, 14 Sep 2022 19:00:23 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9580 Introducción

Las Escrituras son muy claras sobre la responsabilidad de los padres sobre la educación de sus hijos. Deuteronomio 6, nos recuerda a los padres la obligación de enseñar a nuestros hijos todo el consejo de Dios: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.” (Deuteronomio 6:6-9).

De acuerdo con Kuyper (2019) el padre es la única persona con derecho legal, llamado por la naturaleza y llamado a esta tarea, para determinar la elección de la escuela para sus hijos. A esto debemos aferrarnos. Esta es la tarea primordial en todo el asunto de las escuelas. Si hay algún axioma en el área de la educación, es este.

Educación

¿Qué es la educación y cuál es su propósito? Tal como Clark (1946) lo indica, una y otra vez Dios nos da las respuestas en su Palabra: “el objetivo de la educación es la gloria de Dios”, haciendo eco de Proverbios 1:7. Clark continúa diciendo que el objetivo de la educación es la verdad: “La transmisión de la verdad a los jóvenes estudiantes y el descubrimiento de nueva verdad por los estudiantes más avanzado”. En la Biblia encontramos que la verdad no es algo sino alguien: “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Jesús nos dijo que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios (Mateo 4:4), entonces los padres tenemos la responsabilidad de alimentar a nuestros hijos con el pan de vida, lo que incluye también su educación (Davies et al.,1993).

Los objetivos educativos de las escuelas de acuerdo con De Jong (2001) se encuentran en Proverbios 22:6: “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. ¿Qué deben aprender los niños en las escuelas? De Jong nos recuerda que los niños son creaturas de Dios, hechos a su imagen, y que los redimidos han sido comprados con la sangre preciosa de Cristo, y por lo tanto le pertenecen en una relación especial. Por ello, entonces debemos preguntarnos que es lo que Dios quiere que los niños aprendan. Todos necesitamos ser transformados de lo que es a lo que debería ser, de lo somos a los que deberíamos llegar a ser.

La educación humanista pone el énfasis en el hombre, en que las cosas tienen valor porque el hombre se lo asigna, pero nosotros sabemos que Dios es el único que puede darle valor y dignidad al hombre, si tenemos dignidad y merecemos respeto es porque Dios nos creó a su imagen y semejanza, y eso es lo que nos da valor como personas, no lo que las filosofías humanistas, legislaturas o gente en el poder diga que valemos. La educación humanista fragmenta al estudiante en diferentes aspectos: físicos, mentales y emocionales, cuando Dios en su Palabra nos dice que somos un ser integral. La manera entonces de educar a los niños es abordando ese ser integral como un todo: un ser espiritual, donde lo único que nos da plenitud en la vida es Dios.

Conclusión

El humanismo no solo se ha infiltrado en las escuelas publicas y privadas, en la política, sino lamentablemente también ha permeado en las iglesias y escuelas cristianas. El énfasis es en las herramientas, la pedagogía, la psicología de la enseñanza, y por ello se han creado diferentes sistemas de enseñanza y aprendizaje escolar: Piaget, Montessori, Vygotsky, etc., y se ha perdido de vista lo que verdaderamente importa: ética, moral y valores, que solo pueden provenir de la cosmovisión bíblica, que nos enseña la verdad acerca del hombre: somos pecadores que necesitamos ser perdonador por Dios mediante la sangre redentora de Cristo Jesús, y solo Él nos puede enseñar la verdad. Sigamos orando para que no solamente los padres estemos cumpliendo nuestra responsabilidad que Dios nos ha conferido, sino que también en las escuelas públicos haya cristianos que sean maestros y estén dispuestos a realizar su trabajo de educar de acuerdo con la voluntad de Dios; que las escuelas que dicen ser cristianas en realidad hagan una diferencia en la educación de los estudiantes, que no comprometan la verdad por el afán de querer ser relevantes en esta cultura de medias verdades, de la sin razón, de lo relativo, y que todos seamos fieles en la mayordomía que Dios nos ha dado sobre nuestros hijos.

Referencias

Clark, G. H. (1946). A Christian Philosophy of Education. WM. B. Eerdmans Publishing Company: Grand Rapids: MI.

Davies, S., Doddridge, P., Hildersham, A., Houston, T., Stennentt, S., Venn, H., Whitefield, G., y Worcester, S. (1993). The Godly Family. Soli Deo Gloria Publications: Grand Rapids: MI.

De Jong, N. (2001). Teaching for a change. P & R Publising: Phillipsburg: NJ.

Kuyper, A. (2019). On Education. Lexham Press: Bellingham: WA.

*Tomado de Reyes, L. C. (agosto, 2022). La educación de los hijos es un asunto de los padres. La Fuente, 198, pp. 16-17.

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Los padres tienen la última palabra en la educación de sus hijos (1/3) -Padres, hay una batalla por la educación de nuestros hijos* https://www.ibetelesco.church/los-padres-tienen-la-ultima-palabra-en-la-educacion-de-sus-hijos-1-3-padres-hay-una-batalla-por-la-educacion-de-nuestros-hijos/ Wed, 14 Sep 2022 18:52:43 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9576 Introducción

En esta cultura y sociedad influenciada por el relativismo y sus medias verdades, los cristianos creemos firmemente las declaraciones categóricas de Génesis 1:1, “en el principio creó Dios los cielos y la Tierra”, y Génesis 1:27, “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. El establecer la autoría, potestad y soberanía de Dios sobre toda su creación, nos proporciona el ancla inamovible e inalterable, haciendo a Dios el dueño de la única verdad absoluta del universo. Toda otra verdad y conocimiento entonces deben ser medidos y comparados con la verdad de Dios, el estándar absoluto de la verdad. La verdad para el creyente no es un conjunto de filosofías, conocimiento humano u otro concepto generado por el intelecto humano, sino una persona, Nuestro Salvador y Redentor Jesucristo (Juan 14:6).

La educación cristiana es principalmente la creencia de que todo el aprendizaje y verdad provienen en última instancia de Dios y que debe ser entendida a través de un entendimiento íntimo de las Escrituras (Pethtel, 2011). Esto proporciona un marco de referencia para los padres cristianos, porque se debe aplicar la cosmovisión bíblica a todas las áreas del conocimiento de manera efectiva “para promover en cada estudiante un entendimiento completo de los patrones de la verdad de Dios y fomentar un compromiso del corazón hacia esta verdad” (Pethel, 2011).

Clark (1946) nos dice que lo que se necesita “es un Dios que se ha revelado a Sí mismo en un lenguaje entendible y que nos ha dado principios y normas específicos” para que la educación sea de valor. Aunque esto se escribió hace más de 80 años es aplicable hoy, donde los educadores modernos tratan por todas las maneras posibles, aun recurriendo a la mentira y al engaño desacreditar a la Palabra de Dios como la fuente de toda verdad.

Educación secular

De acuerdo con Kern (2008) para la educación progresista el “conocimiento ya no es más una realidad espiritual, sino a la sumo una mezcla química estable en el cerebro”. La educación progresista que se enseña en las escuelas públicas de los Estados Unidos clama ser empírica en su totalidad, “apelando a los métodos de las ciencias naturales como los únicos medios para el conocimiento certero y la única fuente confiable para las metodologías de enseñanza fidedignas” (Kern, 2008). Es decir, no hay espacio para la espiritualidad porque esta no es medible ni conocible dada su naturaleza inmaterial.

El Dr. Dobson (2021) nos dice que “hay una batalla feroz que se está librando ahora en nuestros salones de clases a lo largo de la nación por los corazones y las almas de nuestros hijos y nietos. Que quede bien claro, la Izquierda y la cultura secular están manipulando las mentes de nuestros hijos cada día del año”. Esto es en verdad alarmante especialmente en este país, donde la agenda progresista en todos sus matices: ideología de género, justicia social, propaganda homosexual, y todos otros conceptos revolucionarios y antibíblicos, no solamente son promovidos sino impuestos por la administración federal encabezada por Joe Biden. Atrás quedaron esos días donde se les enseñaba a los estudiantes ciencias, arte, ética y valores, esos días de nuestra estancia en las aulas, ahora lo que se promueve en las aulas es el adoctrinamiento en toda la agenda secular y progresista, por personas que parecen más activistas sociales que maestros.

No solamente en Estados Unidos la agenda progresista ha avanzado en la educación, el caso de Argentina merece especial atención. En dicha nación la Ley Nacional de Educación Sexual Integral fue sancionada en 2006 (Cravero et al., 2020), promoviendo la ideología de genero y la promiscuidad sexual entre los estudiantes de ese país. Leyes similares se han estado debatiendo en otros países latinoamericanos como Uruguay, Bolivia, Ecuador y México, entre otros.

Educación escolar desde casa

De acuerdo con Ray (20220) en el ciclo escolar 2020-2021 hubo alrededor de 3.7 millones de estudiantes en Estados Unidos que recibían educación escolar en casa. La educación escolar impartida desde casa tiene muchas ventajas, continúa diciendo el mismo autor, entre las más importantes se encuentran el enseñar e impartir un conjunto de valores, creencias y cosmovisión, aunado al mejor desempeño académico, mejor tasa de éxito en el mundo real, mejor desarrollo psicológico, emocional y social que sus contrapartes que atendieron la escuela pública.

Conclusión

Como cristianos y padres de familia con hijos en edad escolar que atienden las escuelas publicas enfrentamos grandes desafíos, debemos alzar nuestras voces en contra de promoción de la agenda progresista en las escuelas, aunque se nos reprima, se desestime nuestra opinión y para el colmo, esta administración federal ha llegado al extremo de considerar a los padres preocupados por lo que se les enseña en las escuelas públicas a sus hijos, como “terroristas domésticos” (Paxton, 2022). Debemos buscar la guía del Espíritu Santo para que nos guíe a toda verdad (Juan 16:13). Como padres cristianos necesitamos ese marco de referencia para tomar la decisión sobre dónde serán educados nuestros hijos: en una escuela pública, en una privada o en casa. La escuela privada por sus altos costos la hace prohibitiva para muchos padres, la educación en casa asimismo requiere dedicarse de lleno a esta tarea, por lo que muchos padres cristianos optan por la educación pública. Es por ello, que los padres cristianos con hijos en edad escolar deben involucrarse activamente en las asociaciones de padres de familia que hay en las escuelas públicas, revisar el curriculum que se les enseña a sus hijos y alzar la voz en contra de la imposición de la agenda progresista en las escuelas públicas de Latinoamérica.

Referencias

Clark, G. H. (1946). A Christian Philosophy of Education. WM. B. Eerdmans Publishing Company: Grand Rapids: MI.

Cravero, C., Giacobino, A., Rabbia, H, H., y Sartor, I. (2020). Educación sexual integral en las aulas de Argentina: Un análisis de la satisfacción percibida y opiniones de ingresantes universitarios/as. Diálogos sobre educación. Temas actuales en investigación educativa, 11(21), 00005. Epub 03 de marzo de 2021.https://doi.org/10.32870/dse.v0i21.658

Dobson, J. (2021). What Are Our Public Schools Teaching? Recuperado el 20 de junio del 2022, de https://www.drjamesdobson.org/articles/what-are-our-public-schools-teaching

Kern, A. (2008). Progressive Education Analyzed from a Christian Classical Perspective. Recuperado el 20 de junio del 2022, de https://www.circeinstitute.org/blog/progressive-education-analyzed-christian-classical-perspective

Paxton, K. (marzo 2022). AG Pax­ton Sues Biden Administration for Silencing Parents, Labeling Them ​“Terrorists”. Recuperado el 20 de junio del 2022, de https://www.texasattorneygeneral.gov/news/releases/ag-paxton-sues-biden-administration-silencing-parents-labeling-them-terrorists

Pethtel, G. J., (2011). Christian Education in the 21st Century: Renewing a Transformational Vision. [Tesis de maestría, Cedarville University]. Repositorio institucional de Cedarville University https://digitalcommons.cedarville.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=1037&context=education_theses Ray, B. D. (marzo 2022). General Homeschooling: The Research, Scholarly articles, studies, facts, research. Recuperado el 20 de junio del 2022, de https://www.nheri.org/research-facts-on-homeschooling

*Tomado de Reyes, L. C. (julio, 2022). Padres, hay una batalla por la educación de nuestros hijos. La Fuente, 197, pp. 16-17.

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El rol sacerdotal del padre (4/4) -La bendición de corregir a tiempo y en forma* https://www.ibetelesco.church/el-rol-sacerdotal-del-padre-4-4-la-bendicion-de-corregir-a-tiempo-y-en-forma/ Wed, 14 Sep 2022 18:26:20 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9572 Introducción

De acuerdo con Craston (2006) “generalmente se deduce una idea de disciplina y desarrollo a través de la corrección, y esto representa el concepto hebreo de la educación del niño”. A través de la Palabra de Dios, especialmente en el libro de Proverbios, hallamos la actitud correcta hacia la disciplina (Collins, 1997).

Dios nos ha dado la autoridad sobre nuestros hijos (Deuteronomio 6:6-7; Proverbios 22:15; 23:13, 14; 26:3), y debemos ejercerla para su beneficio, buscando siempre prepararlos para ser ciudadanos del reino de los cielos. Tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos, y debemos llevarla a cabo de manera equilibrada para no exasperar a nuestros hijos por un lado y para que sean criados en la disciplina y amonestación del Señor (Efesios 6:4), por el otro. Como padres tenemos que dar órdenes, refrenar y corregir (Proverbios 23:13). Si vemos algo incorrecto “no debemos responder con una protesta tímida, débil e ineficaz como la de Elí, sino con una firme, aunque cariñosa prohibición” (Angell, 1993).

Priolo (2011) se dirige a los padres cristianos al decir que debemos saber cómo usar la Palabra de Dios para que nuestros hijos vean su pecado. La Palabra de Dios nos equipa (2ª Timoteo 3:16) en esta tarea de tratar con las enfermedades espirituales de nuestros hijos. Como peritos en nuestra tarea de corregir a nuestros hijos debemos usar con precisión el bisturí divino –que es la Biblia—para llegar a la raíz del mal comportamiento de nuestros hijos, que es el pecado. Este debe ser expuesto, y debemos hablar con nuestros hijos sobre cómo Dios quiere que ellos rectifiquen su mal proceder: arrepentimiento, confesión, perdón, abandono del pecado y restauración (Priolo, 2011).

Cómo corregir

Según Stanley (2014) hay cuatro errores que debemos evitar cuando estamos corrigiendo a nuestros hijos: esperar la perfección, coaccionar en exceso, severidad excesiva en el castigo y retirarles el amor. Respecto al primer error, nuestros hijos no son una extensión de nosotros, donde podemos realizarnos a través de sus vidas. El segundo error se refiere a que el agobio constante les quita la oportunidad de aprender a tomar decisiones por ellos mismos, y pudiera crear en ellos un sistema de autodefensa que resista a nuestra autoridad. El tercer error tiene que ver con una dureza desmedida al momento de aplicar la corrección, y no solo se trata de abusar físicamente del niño, sino también de hacerlo verbalmente. Los niños normalmente saben cuando se merecen ser disciplinados, así que cuando hay una violación continua y retirada, ese sentido de justicia se insensibiliza y crea en ellos un espíritu de venganza que es difícil de controlar. Por último, no podemos en aras de la disciplina, condicionar nuestro amor a su obediencia. Debemos disciplinar siempre siguiendo el modelo bíblico de Hebreos 12:6-7, donde aprendemos que Dios nos ha recibido como hijos, y como a hijos amados, nos disciplina, así que aprendamos a disciplinar con amor.

¿Por qué es importante la corrección bíblica para los hijos?

Según MacArthur (2020) “la conducta no es la cuestión crucial”, así que los padres si no buscamos cambios en el corazón de nuestros hijos cuando los corregimos –desde donde todas las maldades salen (Marcos 7:21-23; Lucas 6:45)—estaremos fomentando la hipocresía en la vida de nuestros hijos. Debemos aceptar que nuestros hijos son pecadores, y que su corazón también es el campo de batalla donde se lleva a cabo el conflicto entre el pecado y la justicia de Dios. Así que, como bien lo apunta MacArthur (2020) el problema de nuestros hijos no es la falta de madurez, ni la inexperiencia en la vida, ni tampoco la incomprensión, sino un corazón malo, manchado por el pecado, que necesita ser regenerado.

La corrección bíblica produce beneficios en nuestros hijos: fruto apacible de justicia. Adams (2010) nos dice que se deben usar las Escrituras en la consejería cuando se está corrigiendo, para que como el apóstol Pablo lo menciona en Gálatas 6:5, se trate de apartar la carga de un fracaso continuo, que desaliente al niño o joven. Si el hijo no se despoja de los viejos hábitos (véase Efesios 4 y Colosenses 3) y los reemplaza por los nuevos hábitos de justicia, no solamente no habrá un cambio efectivo, sino que se corre el riesgo de anular todo el avance que ya se había logrado, ya que no puede haber un vacío en nuestra naturaleza, si no hay cambios de hábitos entonces se manifestarán los que aún son parte de la naturaleza no corregida del hijo (Adams, 2010).

Conclusión

De acuerdo con Martyn (1998) los problemas que enfrentamos como sociedad es un problema de disciplina, la que ha llevado a su desmoronamiento. No nos queremos responsabilizar de nuestras acciones, queremos seguir viviendo por los placeres, trabajando menos y exigiendo más. Nos falta disciplina, nos falta corrección, la corrección bíblica.

Nuestra tarea como padres consiste en ayudar a nuestros hijos a desarrollar responsabilidad, control de sí mismos y libertad (Cloud y Townsend,1998). La falta de disciplina en los hijos ha creado una sociedad donde no hay límites, y por ello los adolescentes –especialmente—se resisten a cualquier tipo de autoridad: paternal, escolar, policial, etc., son agresivos, conflictivos, impulsivos, no tienen responsabilidad ni compromiso, se involucran en drogas, pandillas, inmoralidad y un largo etcétera. Hoy como nunca es imperativo que los padres tomen su papel de autoridad en el hogar, y guíen a sus hijos en la disciplina y amonestación del Señor.

Referencias

Adams, J. E. (2010). Cómo asesorar a las personas para que cambien: El procedimiento bíblico de los cuatro pasos (p. 150). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia

Angell, J. J. (1993). The Christian Father’s Present to His Children. Reformation Heritage Books.

Cloud, H., y Townsend, J. (1998). Límites para nuestros hijos. Editorial Vida: Miami, FL.

Collins, A. (1997). Estudios Bı́blicos ELA: Cómo vivir sabiamente (Proverbios) (p. 48). Puebla, Pue., México: Ediciones Las Américas, A. C.

Craston, R. C. (2006). CORRECCIÓN. En E. F. Harrison, G. W. Bromiley, & C. F. H. Henry (Eds.), Diccionario de Teología (p. 129). Grand Rapids, MI: Libros Desafío

MacArthur, J. (2000). Cómo ser padres cristianos exitosos. Editorial Portavoz: Grand Rapids, MI.

Martyn, D. L. (1998). Life in the Spirit: In Marriage, Home, and Work–An Exposition of Ephesians 5:18-6:9. Grand Rapids, MI: Baker Books

Priolo, L. (2011). Enséñales con Diligencia: Cómo Utilizar las Escrituras en la Formación de los Hijos (p. 48). Graham, NC: Publicaciones Faro de Gracia

Stanley, C. F. (2014). Un hombre de Dios. Editorial Portavoz: Grand Rapids, MI.

*Tomado de Reyes, L. C. (diciembre, 2021). La bendición de corregir a tiempo y en forma. La Fuente, 190, pp. 16-17.

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El rol sacerdotal del padre (3/4) -Aconseje a sus hijos, o alguien más lo hará (y mal) por usted* https://www.ibetelesco.church/el-rol-sacerdotal-del-padre-3-4-aconseje-a-sus-hijos-o-alguien-mas-lo-hara-y-mal-por-usted/ Wed, 14 Sep 2022 18:19:15 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9570 Introducción

De acuerdo con Harrison (2006) la palabra consejo “indica el proceso deliberativo cuyo fruto presumiblemente son decisiones sabias”. El pueblo hebreo tenía su literatura sagrada sapiencial: Proverbios, Job, Eclesiastés, son muestras de ello, y también otras partes del Antiguo Testamento contienen consejos. Por otra parte, el Nuevo Testamento nos manda a “anunciar todo el consejo de Dios” (Hechos 20:27).

Vivimos en un mundo en control del enemigo, es decir, la mentira es la moneda de cambio, y hemos llegado al principio del adoctrinamiento de la mentira satánica de las ideologías post modernas y progresistas, que no tienen sentido, ni ninguna base científica y muchos menos bíblica. Nuestros hijos corren peligro de ser confundidos en las escuelas donde se les forza a escuchar esas ideologías. Por ello, como nunca antes el papel de consejeros de los padres debe tomar la relevancia e importancia que siempre ha tenido. Es lamentable que muchos padres, entre ellos cristianos, por su negligencia a tomar su papel de consejeros y educadores de sus hijos los han entregado en manos del Estado, para que éste a través de sus instituciones educativas forme el criterio de nuestros hijos.

Edlin (2010) nos advierte que “afirmar que el Estado debe verse más involucrado en todas las instituciones humanas, incluyendo la educación, no es bíblico, ni resolverá los problemas que preocupan a sus ponentes”. ¿Qué criterio piadoso podría formar el Estado en nuestros hijos? ¡Ninguno! Hoy, la educación en las escuelas que antes promovía los valores éticos y morales—y en países como los Estados Unidos de América—los valores bíblicos, es cosa del pasado, ahora se trata de adoctrinamiento en las ideologías basadas en emociones, autopercepción, sentimientos, y no en la objetividad, cuantímenos en la verdad absoluta de Dios. Por ello, el que nuestros hijos sean enseñados y aconsejados en todo el consejo de Dios es una tarea prioritaria para los padres cristianos.

¿Por qué es importante la consejería bíblica para los hijos?

De manera lamentable muchos padres han optado por llevar a nuestros hijos a los psicólogos seculares en lugar de tomar nosotros ese papel en la educación de nuestros hijos. Tenemos la verdad en la Palabra de Dios, la cual es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” (2ª Timoteo 3:16-17). De acuerdo con Cordero (2018) hemos puesto nuestra confianza en teorías conductuales humanas en lugar de la transformación del corazón de nuestros hijos que sólo Dios en su Santa Palabra puede realizar. También Cordero (2018), nos habla de que nuestros hijos también necesitan encontrar su esperanza cada día en Dios y en su Palabra.

La consejería es necesaria para nuestros hijos porque ellos son vulnerables, están en desventaja social y necesitan provisión, guía y cuidado (De Parra, 2021). La consejería en nuestros hijos produce sabiduría espiritual. El joven Timoteo recibió consejería bíblica desde su niñez por parte de su madre y su abuela Loida (2ª Timoteo 3:14-15). Estos principios bíblicos, así como el entrenamiento por parte del apóstol Pablo, hicieron que Timoteo adquiriera sabiduría en asuntos espirituales, lo cual lo condujo a la salvación en Cristo Jesús. La consejería basada en las Escrituras provee al niño con el equipamiento que éste necesita para ser instruido en justicia. Debido a que nuestros hijos necesitan la guía amorosa de sus padres, la enseñanza de las Escrituras proporcionada principalmente por sus padres durante los cultos familiares, para que nuestros hijos sepan discernir lo bueno y rechacen lo malo, en todas las situaciones que enfrenten en su vida. La consejería también prepara a nuestros hijos para toda buena obra, al proporcionarles el carácter formativo en los aspectos psicológico, emocional, actitudinal, tan necesario para hacer frente a los retos de la vida, especialmente el rechazar las tentaciones a las que estarán expuestos en su vida. (De Parra, 2021).

Conclusión

Nuestra sociedad se ha acostumbrado tanto al pecado que se ha vuelto algo común que ya no les asombra, ni enfurece. El adulterio, aborto, la homosexualidad, el incesto y la pedofilia antes causaban estupor en la sociedad, al grado que había leyes que las prohibían y castigaban duramente. Ahora, en tan solo dos décadas, hemos pasado del escándalo de la sociedad antes tales muestras de depravación y maldad, a una normalización colectiva, impulsada por las ideologías postmodernas y sancionadas por un Estado autoritario e impositivo.

De acuerdo con MacArthur (2000) este derrumbe moral ha causado un daño indescriptible a la familia, porque cualquier ataque a las normas y valores morales de la sociedad en un ataque dirigido contra la familia. Los números muestran que la mayoría de las familias modernas son familias disfuncionales y desintegradas, aún entre familias cristianas. Hay un esfuerzo concertado por derrumbar a la familia, especialmente dirigido por grupos que buscan la justicia social, los derechos de la mujer, del niño y por los activistas del colectivo LGBTQ+.

La única salvación de esta sociedad es la proclamación enfática, aguerrida, libre de temores y vergüenza, por parte de la iglesia y especialmente de los padres cristianos, de la supremacía del consejo de la Palabra de Dios, como la única verdad absoluta. Si como padres queremos evitar el derrumbe moral de nuestros hijos y nuestras generaciones, debemos empezar ya a aconsejarlos en la única verdad, en Cristo Jesús, porque de lo contrario alguien más lo hará conduciéndolos a las mentiras diabólicas que buscan su libertinaje moral y esclavitud al pecado.

Referencias

Cordero, V. (2018). ¿Necesitan los niños consejería bíblica? Recuperado el 07 de octubre, 2021 de https://www.coalicionporelevangelio.org/articulo/necesitan-los-ninos-consejeria-biblica/

De Parra, L. (2021). Consejería de Niños, ¿Es necesaria? Recuperado el 07 de octubre, 2021 de https://ministerio.us/consejeria-de-ninos-es-necesaria/

Edlin, R. (2007). El Estado, los Padres y los Maestros. ACSI Latinoamérica: Guatemala.

Harrison, E. F. (Ed.) (2006). Diccionario de Teología. Libros Desafío: Grand Rapids, MI.

MacArthur, J. (2000). Cómo ser padres cristianos exitosos. Editorial Portavoz: Grand Rapids, MI.

*Tomado de Reyes, L. C. (noviembre, 2021). Aconseje a sus hijos, o alguien más lo hará (y mal) por usted. La Fuente, 189, pp. 16-17.

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El rol sacerdotal del padre (2/4) -Por qué es tan importante orar en familia (y cómo hacerlo)* https://www.ibetelesco.church/el-rol-sacerdotal-del-padre-2-4-por-que-es-tan-importante-orar-en-familia-y-como-hacerlo/ Wed, 14 Sep 2022 18:11:53 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9568 Introducción

El culto familiar es el medio por el cual Dios transformará el carácter y disposición de aquellos en la familia (Risley, 2021). Esta reforma de la familia va más allá de solo orar durante las comidas, es planificar un tiempo durante el culto familiar cuando el padre de familia después de haber alimentado a su familia con la Palabra de Dios, cantado salmos y alabanzas, debe cerrar el culto familiar con una oración donde se reafirme la enseñanza de las Escrituras, se lleven delante de Dios las necesidades de los miembros de la familia, se interceda por ellos y se pida a Dios sabiduría para aplicar lo aprendido en las vidas de cada miembro de la familia.

¿Qué es la oración?

La oración es un medio de comunicación que Dios ha puesto para que sus hijos tengan comunión con Él. No solamente se trata del hombre hablándole a Dios, sino que también Dios nos habla en la oración. Es a través de la oración que Dios nos conduce, para doblegar nuestra voluntad a Él y marcar nuestra alma con Su carácter (Huges y Huges, 2007). Es un privilegio tener acceso a Dios sin nada que nos estorbe –a menos que haya pecado no confesado en nuestras vidas—ya que lo que Nuestro Señor Jesucristo hizo en la cruz nos reconcilió con Dios (2ª Corintios 5:19), quitó el velo del Santísimo (Mateo 27:51) para que podamos ir confiadamente al altar a hablar con nuestro Padre celestial, llevando como ofrenda la sangre redentora de Cristo.

En Juan 17:9 Nuestro Señor ora en particular por su pueblo, de esa misma manera los padres debemos orar de manera específica por nuestra esposa, los hijos y las necesidades del hogar. Deberíamos traer delante del propiciatorio la salvación de todos los miembros de la familia y sus necesidades diarias (Waldon, 2012).

¿Cómo orar en familia?

1ª Tesalonicenses 5:16-18 nos indica que debemos orar en todo tiempo, de manera constante, de día y de noche, sin cesar. De acuerdo con Williamson (2020) el involucrarnos con Dios en la oración es fundamental en la vida cristiana, porque la oración conecta espiritualmente a toda la familia. Este autor propone el modelo de oración llamado ACTS (por sus siglas en inglés, Adoration, Confession, Thanksgiving, Supplication), que ayuda a que nuestra vida de oración sea diversa, es decir, podemos el lunes por las noches, por ejemplo, realizar una oración de adoración y confesión, el martes por las mañanas una oración de acción de gracias e intercesión, y así sucesivamente. Claro, se pueden incluir otros temas, tales como madurez, unidad, perdón, santificación, fortaleza, protección, etc., pero el modelo ACTS nos da una muy buena idea de cómo orar durante el culto familiar.

Otras familias, después de haber leído la porción de las Escrituras, “van al libro de Salmos cuando es tiempo de orar y convierten las palabras de algunos versículos en una oración” (Whitney, 2016), y algunas otras utilizan una libreta de oración donde organizan los días de oración por temas, miembros de la familia o necesidades. Independientemente de la dinámica de la familia o de cuántos miembros la compongan, siempre podemos encontrar oportunidades para la oración en familia. Williams (2015) cuenta que por experiencia propia él “está agradecido por haber tenido una familia que llevó sus necesidades a Jesús en oración, intercedía por los demás, confiaba en que Dios proveería, se movería y contestaría, mientras también le daba a Él toda la alabanza por cada oración contestada”.

Ahora bien, la oración comprende disciplina y preparación, no es algo que haremos si nos gusta, o para lo cual dedicaremos algo de nuestro tiempo libre, o lo haremos si estamos de buenas. En Efesios 6:18 el apóstol Pablo desafía a los efesios de manera elocuente sobre la ardua labor que requiere la oración. Huges y Huges (2007) nos hablan sobre cómo prepararnos para la oración: nuestra vida de oración debe ser regular y debemos intentar ser consistentes; necesitamos ser creativos la mayor parte de las ocasiones para encontrar tiempo para la oración; es mejor concentrarnos unos pocos minutos que divagar por horas durante la oración; y orar juntos.

Conclusión

El príncipe de los predicadores, Supurgeon (1886) dice al concordar con Matthew Henry: “[…] aquellos que oran, y leen y cantan hacen lo mejor de todo […] y esa clase de adoración familiar sería muy deseable”. La adoración o el culto familiar es un poderoso medio donde el Espíritu Santo se mueve para que los padres dejen una herencia espiritual perenne a sus generaciones, para que no se olviden del Señor.

Graham (2012) nos exhorta a la oración para que “el rocío del cielo pueda caer sobre la tierra seca y sedienta, y para que la justicia pueda cubrir la tierra como las aguas cubren el mar”. La familia es una iglesia en miniatura donde cada miembro debe rendir adoración al Eterno, a Nuestro Padre celestial. Gar (2013), establece que el “el hogar es el centro del desarrollo espiritual, […] y la mesa es un altar donde la oración y la adoración se ofrecen de continuo”. Beeke (2014) nos exhorta a hacer de “nuestro hogar un santo templo donde se ofrecen sacrificios diarios de amor por nuestra esposa, elevemos oraciones por nuestros hijos como ese incienso de olor dulce para que suba al trono de la gracia”. Para cerrar, “sin una vida de oración significativa no puede haber un culto familiar significativo” (Carr, 2008).

Referencias

Carr, F. (2008). Lead your family in worship. Discovering the enjoyment of God. DayOne: Leominster, Reino Unido.

Beeke, J. R. (2014). How should men lead their families. Reformation Heritage Books: Grand Rapids, MI.

Gar, J. D. (2013). Family Worship. Golden Key Press: Atlanta, GA.

Graham, B. (2012). La oración. Recuperado el 10 de septiembre, 2021 de https://billygraham.org/espanol/la-oracion/

Huges, B., y Huges. K. (2007). Disciplines of a godly family. Crossway: Wheaton, IL.

Risley, T. (2021). The cursed family, or the evil of neglecting family prayer. Puritan Publications: Crossville, TN.

Spurgeon, C. H. (1886). The Happy Duty of Daily Praise. Metropolitan Tabernacle Pulpit, 32. Passmore and Alabaster: London.

Waldon, S. (2012). El hombre como sacerdote de su hogar. Legado Bautista Confesional: Santo Domingo, Ecuador.

Whitney, D. S. (2016). Family Worship. Crossway: Wheaton, IL.

Williams, J. (2015). Gospel Family. Lucid Books: Houston, TX.

Williamson, D. T. (2020). The family worship guide. Keledei Publications: Los Ángeles, CA.

*Tomado de Reyes, L. C. (octubre, 2021). Por qué es tan importante orar en familia (y cómo hacerlo). La Fuente, 188, pp. 16-17.

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El rol sacerdotal del padre (1/4) -Guiando a la familia en la adoración diaria* https://www.ibetelesco.church/el-rol-sacerdotal-del-padre-guiando-a-la-familia-en-la-adoracion-diaria/ Wed, 14 Sep 2022 17:45:52 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=9564 Introducción

Aunque no hay un mandamiento explícito y directo en las Escrituras acerca del culto familiar, la Biblia claramente implica que Dios merece ser adorado diariamente por nuestras familias en nuestros hogares (Whitney, 2016). Alexander (1998) define la adoración familiar como “la adoración comunal que todos los miembros de un hogar rinden a Dios”. La familia es una institución divina creada por Dios en el Jardín del Edén cuando unió en matrimonio a Adán y Eva, y leemos en Génesis 3:8 que ellos adoraban reverentemente a Dios mientras Él caminaba con ellos en el Jardín (Beeke, 2009). Beeke (2009) nos dice que Dios organizó a la raza humana mediante familias y tribus, y trató con ellos a través de la jefatura del padre.

El culto familiar, ¿qué es?

En el Antiguo Testamento encontramos evidencia del culto familiar. En Deuteronomio 6:7-9 Dios reitera la tarea primordial a los padres de comunicar a sus próximas generaciones cuál era Su. Encontramos en el libro de Proverbios diálogos entre padres e hijos acerca de cómo aplicar consejos prácticos para una vida agradable a Dios.

Los apóstoles en el Nuevo Testamento retoman los principios del Antiguo, como vemos en la exhortación que Pablo hace a los padres cristianos en Efesios 6:4. De acuerdo con Williamson (2020) “las palabras de Pablo significan llanamente que los padres son responsables directos del desarrollo espiritual y moral de sus hijos como los maestros principales ordenados por Dios de sus hijos”.

El papel del padre

Donde quiera que leamos en el Antiguo Testamento vemos que de manera consciente los hombres piadosos incluyen el culto familiar como parte de su adoración a Dios. Josué y su muy conocida y valiente declaración delante del pueblo de Israel: “yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15) nos indica que él era no solo el líder sino la cabeza del culto familiar. De acuerdo con Whitney (2016) en aquellos días la adoración corporativa era muy infrecuente, así que el culto familiar regular de alguna clase contribuyó a cumplir la resolución de Josué, de servir al Señor mediante la adoración en el hogar.

Waldon (2012) nos dice que “la idea de que el hombre es un sacerdote en su hogar se deriva naturalmente de la tesis de que todo ministerio cristiano es de carácter sacerdotal”. Tomando como base el rol del sacerdote en el antiguo Israel, y luego el modelo perfecto de nuestro Sumo Sacerdote Nuestro Señor Jesucristo, debe entenderse que los padres deben llevar al cabo este papel dentro de sus familias sirviéndolas, llevando las ofrendas de labios y alabanzas delante del trono de gracia, conduciendo a su familia al conocimiento y adoración de Dios, mediante la fe en Jesucristo a través del Espíritu Santo.

Ahora bien, ¿qué herencia espiritual le estamos dejando a nuestra familia? ¿Será ésta perpetuada a través de nuestras generaciones, como la de Josué, por ejemplo? ¿O no resistirá el próximo cambio generacional? Stanley (2014) nos habla de que el apóstol Pablo invirtió mucho tiempo meditando en esto porque expresó su preocupación a su hijo en la fe Timoteo (1ª Timoteo 1:2). “Como creyentes tenemos el privilegio de transmitir un tesoro que no solo tenga influencia en este mundo sino también que perdure en la eternidad” (Stanley, 2014). Es por ello, que los padres de familia tenemos la importante responsabilidad de sentar un ejemplo de obediencia, reverencia, respeto, temor y amor al Señor. El culto familiar sienta las bases para todo ello.

El padre de familia por ende debe de apartar un tiempo en el día donde todos los miembros de la familia participen en el culto familiar. Algunos autores como Pink (s.f.) recomiendan que se haga dos veces por día como mínimo, una por las mañanas y otra por la tarde. La primera para pedir el cuidado y la protección del Señor para comenzar nuestro trabajo, la escuela, las labores del hogar, o cualquier otra actividad; y la segunda como agradecimiento por haber cuidado de todos los miembros del hogar y haberlos traído con bien al hogar.

Antes de tener el culto familiar, el padre de familia debe entregarse a la oración y la lectura de la Biblia, pidiéndole al Señor dirección para transmitir de manera poderosa la fe cristiana y la moralidad. Durante el culto familiar el padre de familia leerá una porción escogida de las Escrituras, hará algunas preguntas especialmente a los hijos, y explicará cómo se pueden aplicar de manera práctica lo principios leídos de la Biblia. Luego pedirá a los miembros de su familia si tienen una petición para el Señor, se recomienda ampliamente cantar himnos y cánticos espirituales y terminar el culto con una oración breve.

Este tiempo de adoración familiar debe ser uno de regocijo, de refrigerio espiritual, así mismo de reverencia, donde la familia conducida por el jefe de la familia, entre al lugar Santísimo.

Conclusión

Desde el comienzo de la humanidad la familia ha estando bajo el ataque del diablo. Vivimos tiempos donde se ha perdido la doctrina bíblica de la familia, por ello vemos el avance del secularismo no solo en la sociedad sino lamentablemente en los hogares cristianos, donde los padres han sido negligentes en practicar el culto familiar. Brown y Pollard (2018) nos dicen que “la iglesia es más saludable cuando prospera la vida familiar bíblica”. Los mismos autores continúan diciendo que la sociedad es bendecida cuando los padres de familia asumen su rol sacerdotal de sus familias.

Referencias

Alexander, J. W. (1998). Thoughts on family worship. Soli Deo Gloria Publications: Grand Rapids, MI.

Beeke, J. R. (2009). Family Worship. Reformation Heritage Books: Grand Rapids, MI.

Brown, S., y Pollard, J. (Eds.) (2018). Una teología de la familia. Chapel Library: Pensacola, FL.

Pink, A. W. (s.f.). Culto familiar. Chapel Library: Pensacola, FL.

Stanley, C. F. (2014). Un hombre de Dios. Editorial Portavoz: Grand Rapids, MI.

Waldon, S. (2012). El hombre como sacerdote de su hogar. Legado Bautista Confesional: Santo Domingo, Ecuador.

Whitney, D. S. (2016). Family Worship. Crossway: Wheaton, IL.

Williamson, D. T. (2020). The family worship guide. Keledei Publications: Los Ángeles, CA.

*Tomado de Reyes, L. C. (septiembre, 2021). Guiando a la familia en la adoración diaria. La Fuente, 187, pp. 16-17.

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Cómo cultivar y profundizar nuestro afecto por Dios* https://www.ibetelesco.church/como-cultivar-y-profundizar-nuestro-afecto-por-dios/ Tue, 07 Sep 2021 20:45:10 +0000 https://www.ibetelesco.church/?p=8947 Introducción

Cuando era pequeño mi padre, ingeniero agrónomo de profesión, me transmitió su amor por la tierra, y a mí me fascinaba acompañarlo a los ejidos para ver las parcelas de los campesinos que con amor y esmero las cultivaban. Aprendí que para cultivar cualquier producto de la tierra primero hay que estar dispuesto a dedicarle tiempo y esfuerzo, hay que buscar un clima propicio, tierra fértil, preparla la tierra, buscar las mejores semillas, abonarla, cuidarla de los depredadores naturales, plagas, abrojos, regarlas, etc., para poder esperar que la tierra dé su fruto.

La vida del obrero cristiano es en este sentido similar al del campesino que ama su tierra, debe amar a Dios como lo único de valor e importancia en su vida. El diccionario de Vine (2007) define la palabra afecto (epipothesis) como “anhelar intensamente. Se halla en 2ª Corintios 7:7, 11, traducido como «gran afecto» y «ardiente afecto»”. El afecto del obrero cristiano por su Dios debe ser un anhelo intenso, como el salmista nuestra alma debe desear a Dios más que a nada y a nadie en este mundo (Salmos 73:25).

El anhelo intenso por Dios

Al leer las Sagradas Escrituras vemos que en Deuteronomio 6:5 Dios demandó a Israel que le amara, que tuviera una relación íntima con Él, “la condescendencia de la gracia divina es tal que ha hecho del primer mandamiento un mandamiento de amor para que todos nuestros deberes para con Dios se cumplan por amor” (Henry, 1999). Debido a que el pacto mosaico se basaba en la relación con ADONAI, se le instruía al pueblo de Israel a cumplir los mandamientos de Dios en amor (Barrik, 2016).

Dios desea nuestro compañerismo, a pesar de nuestra naturaleza pecaminosa, Piper (2006) establece que “no nacemos espiritualmente vivos con un corazón que ama a Dios; nacemos espiritualmente muertos”. El rey David lo expone de otra manera en Salmos 51:5: “en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.” La santidad de Dios no permite que el pecador tenga comunión con Dios (Hebreos 12:14).  

Al igual que Josué, el obrero cristiano sabe por experiencia propia la tendencia del pueblo de Dios a rebelarse, a apartarse de los caminos del Altísimo (Josué 23:11), y es nuestra responsabilidad advertirles lo que Dios demanda de ellos y las consecuencias de no hacerlo. Lutero (2006) habla de la ingratitud del pueblo israelita cuando dice: “a pesar del amor que Dios les tuvo, ni lo amaron como Padre ni le temieron como Señor.”

Cómo hacerlo

Hoy en día el campesino o agricultor puede cultivar la tierra usando nuevas técnicas y tecnologías como irrigación artificial, invernadero, cultivos hidropónicos, uso de semillas transgénicas, etc., pero el obrero cristiano sólo debe usar la Palabra de Dios como su guía para cultivar su afecto por Dios. Ahí encontramos que las maneras en las que el hijo de Dios puede cultivar y profundizar su afecto por Él son: la lectura diaria de su Palabra, oración diaria y tener la mente de Cristo, en pocas palabras el obrero cristiano debe tener una relación diaria, íntima, buscar el rostro de su Padre celestial.

La lectura de la Biblia debe hacerse preparando nuestro espíritu para que esté sensible para recibir la revelación del Espíritu de Dios, pues Dios nos ha revelado su sabiduría por su Espíritu (1ª Corintios 2:10). En el Salmo 1:2 el rey David habla de deleitarnos en la ley de Jehová. Moisés en Deuteronomio 17:19 nos explica que para aprender a temer a nuestro Dios necesitamos leer su Santa Palabra todos los días.

La oración es una de las actividades más importantes en la vida del obrero cristiano pues le permite acceder a la presencia de nuestro Dios y Padre, a través de la sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo (Hebreos 10:9). En Lucas 11:1 los díscipulos le pidieron a Jesús que les enseñara como orar, “Él transmite nuestras oraciones con su santo incienso al Padre” (Lloyd-Jones, 1972).

Spurgeon (1871) en su sermón “Y todo Él codiciable”, habla de que los hijos de Dios debemos sentir “que el amor de Jesús es avasallador y embriagante”, el amor por Dios debe conducirnos a la santidad que Él demanda, para poder contemplar la belleza de la persona de nuestro Salvador, arrobarnos por su amor, compasión, misericordia, ternura y paciencia. El apóstol Pablo en 1ª Corintios 2:16 habla de que nosotros tenemos la mente de Cristo, y Sproul (1998) nos dice que “para ser conformados a Jesús debemos primero pensar como Jesús lo hizo, Necesitamos la mente de Cristo”, tenemos que ver las cosas como Él las ve, darle prioridad a lo que Él le da prioridad y desechar lo que Él desecha.

Asimismo, Tozer (2011) nos habla de la vida crucificada como aquella que está completamente comprometida con seguir a Cristo, que la completa esencia de la perfección espiritual tiene que ver todo con Cristo.

En el mismo tenor, Kinnaman y Lee (2015) en su encuesta a líderes de las iglesias nos mencionan que además de la oración y tiempo con Dios, las tres disciplinas que los pastores creen que son esenciales en el discipulado son “compromiso personal para crecer en la semejanza de Cristo” (94%), “ir a una iglesia local” (91%) y “un profundo amor por Dios” (90%).

El obrero cristiano debe renunciar, olvidar, perder vista el ego, tomar parte con Dios, no tener nunca más alguna voluntad, gloria o paz, sino solo la de Dios (Fenelon, 2015).

Referencias

Barri, R. (2016). The Complete Jewish Study Bible. Hendrickson Publishers Marketing, LLC: United States of America.

Fenelon, F. (2015). Christian counsel. CreateSpace Independent Publishing: United States of America.

Kinnaman, D., y Lee, R. S. (2015). New research on the state of discipleship. Barna Group. Recuperado el 19 de enero del 2018, de https://www.barna.com/research/new-research-on-the-state-of-discipleship/

LaCueva, F. (1999) Comentario bíblico de Matthew Henry. Clie: España.

Lloyd-Jones, D. M. (1972). GOD’s way of reconciliation. Baker Books: United States of America.

Lutero, M. (2006). La voluntad determinada. Editorial Concordia: Argentina.

Piper, J. (2006). Lo que Jesús exige del mundo. Editorial Portavoz: Estados Unidos de América.

Sproul, R. C. (1998). The holiness of God. Tyndale House of Publishers: United States of America.

Spurgeon, C. (1871). Y todo Él codiciable. Recuperado el 19 de enero del 2018, de https://www.spurgeongems.org/schs1001.pdf

Tozer, A. W. (2011). The crucified life. Bethany House Publishers: United States of America.

Vine, W. E. (1999) Diccionario Expositivo de las palabras del Antiguo y Nuevo Testamento exhaustivo de Vine. Editorial Caribe: Colombia.

*Tomado de Reyes, L. C. (febrero, 2018). Cómo cultivar y profundizar nuestro afecto por Dios. La Fuente, 144, pp. 10-11.

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